Kurt Vonnegut
La historia de Telemachus
Cuando el final te persigue,
puedes tratar de esconderte
esquivar ese último segundo,
intentar huir del vacío...
pero,
cuando ella te ha encontrado
y ha fijado sus ojos vacíos
en los tuyos llenos de vida,
es inútil,
siempre vence
y te lleva.
Telemachus lo sabía,
mientras esperaba
a ella,
y a ese último segundo,
viviendo una vida extra,
después de darle esquinazo una vez.
Tarde o temprano volvería,
lo sabía,
mientras trataba de exprimir una vida.
como solo los saben hacer,
los que han tenido en frente
la nada
y ya no tienen nada que perder.
Cuando ella volvió,
a terminar lo que no había acabado
aquella vez,
estaba preparado
para ir
con ella.
No se le vio miedo,
ni duda,
ni queja,
se armó de paz,
dignidad,
y entereza,
mientras cerraba los ojos
y pensaba en ese último segundo.
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