domingo, 24 de agosto de 2025

Dispárame, dijiste.

Hay mañanas como un riff de Keith Richards 
antenas que rasgan el azul de un domingo
chemtrails colocados estratégicamente 
que parezca que aún somos libres.
Es la mañana donde ya solo somos
en ese lugar u otro
pero lejos de esa oscuridad 
que nos hizo eternidad en seres eléctricos.

Tal vez las respuestas estén allí
el el piso de los cuernos que resiste 
invencible a cualquier intento de demolición 
impasible a la intemperie 
de los que se creen alguien
y son algo más que excrementos.

Dispárame, dijiste, 
con los ojos cerrados como entonces
y con la misma ausencia de puntería de siempre.




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