Tenía un sueño,
soy de mucho soñar,
soñaba las zapatillas de Dios
las míticas del señor aire
en sus rojos, blancos, negros..
Me subieron el sueldo,
tras mucho luchar,
y me autopremié.
Las abrí…
como aquel que desnuda
por vez primera
las vi
me enamoré
las hice mías
y me dispuse a volar…
Me aprieta el dedo meñique
del pie derecho,
no soy digno
de las zapatillas de Dios.
Se vuela mejor en el anhelo
se es más feliz soñando.
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