Luego resulta que la soledad
el absoluto frío gélido
el ostracismos y el señalamiento
el descreimiento y la desacreditación
son para la víctima
quien se atreve a decir no
ya
vale
para
déjalo
y tocar fondo
caer
huir
esconderse
es su elección por atrincherarse
mientras los cocodrilos lloran
y los peones, que tienen el valor
que la Reina no,
hacen su trabajo con prestancia y servidumbre.
Los bautizados se defienden entre ellos
los nadies están solos,
lamiendo sus heridas…
Así, desde que el mundo es mundo,
por mucho que los padrinos canten,
que los tiempos han cambiado.
No han cambiado tanto
tiene que seguir lloviendo
mucho más!
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