El silencio ensordecedor de la mañana
azul y gris
trata de decir algo
que la luz
no se atrevió
y por mucho que uno quiera desconfiar
para entender la deriva de las voces
no lo consigue.
La muerte se encarga del atrezo hoy
en la mañana de un lunes viejo
marcada por un calor impropio
que aumenta la insatisfacción
marcando los pasos
de lo que no va a suceder
en algún lugar
que no es mi cabeza.
Los ojos cerrados ayudan
el respirar despacio ayuda
los intentos de concentración máxima…
el calor no colabora
fomenta deslumbramientos
elegir la decepción correcta
en cruces donde hay que apostar la muerte.
Debe ser que es junio, duro y nueve
que arrasa con los medios tonos
y con todo lo que está determinado
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